La elección del remedio homeopático apropiado se basa en este principio: «lo similar cura a lo similar». Este principio fue establecido por el Dr. Samuel Hahnemann (1755-1843), fundador de la homeopatía, pero su origen se remonta incluso antes en la historia, a Hipócrates (siglo IV a.C.) y a Paracelso (1493-1541).
En sus estudios, el médico y farmacólogo Hahnemann llevó a cabo muchos experimentos con remedios homeopáticos en sí mismo y en sus colegas, y llegó a la conclusión de que «la mejor medicina es la que puede producir una enfermedad similar a la que debe curar… El café puede ser el remedio para el insomnio y la cebolla, preparada como medicina homeopática, puede curar un resfriado».
En otras palabras, si la cebolla puede producir en una persona sana, mucosidad, ojos llorosos y estornudos, la cebolla preparada homeopáticamente (Allum Cepa) puede ayudar a una persona enferma con exactamente estos síntomas a deshacerse del resfriado.